Korea - julio/agosto 2007 (parte II)

PALI PALI

me levanto cada vez mas temprano para ir a mi clase diaria de yoga
los días pasan, la garúa sigue y la cadena de paraguas (sistema jerárquico en el que el de rango inferior le lleva el paraguas a su superior) hace estragos
yo le llevo el paraguas a pupi, que se lo lleva a nuestro productor, que se lo lleva al empresario coreano que nos trajo, que se lo lleva al gerente del spa, que se lo lleva al gerente general de la cadena hotelera, que se lo lleva al "emperador" (un petiso duenio de un pedazo del planeta que va escoltado por 15 tipos con paraguas, por supuesto)
los koreanos disfrutan bastante del show, a pesar de que su naturaleza opuesta a la argenta es un obstaculo para conectarse con los pocos climas que dejamos...todo es rapido
(palí-palí) en este mundo sin sobremesa
hace un par de días fue feriado nacional, salió el sol por primera vez, y el franco lo aprovechamos, Chuqui (un bailarin) y yo, para pasear: primero fuimos a la espantosa playa central donde la arena parece vidrio molido y la gente se bania vestida en un mar congelado y abruptamente profundo
el paisaje playero (sombreros tirados en el piso tapados con paraguas) nos confundió mucho, hasta que por fin nos dimos cuenta, que estos simpaticos opuestos y fotofobicos, se autoentierran en la arena, se cubren la bocha con gorros y tapan lo ultratapado con un paraguas
esto nos hizo alejarnos y encontrarnos con el suyi tawn, donde se vendían peces vivios de todas formas y colores que esperaban por sus comensales en inmensas peceras de aguas desbordabas... las peleas de gigantes cangrejos por comer un pedazo de pescao me hicieron sentir en el luna park, pero mi objetivo estaba en otra parte
habiendo conseguido un mapa de sockcho en ingles, la caminata de cuatro horas y media (que incluyo cruzar un río en una milenaria balsa impulsada por nuestros brazos junto a unos ganchos, en un ingenioso sistema de poleas que el chuqui casi rompe) nos llevo por fin a un sendero angosto en una loma de gran vegetación que desembocaba en tres hermosos templos budistas con esvásticas rojas en el centro
nos recibieron dos monjes, y uno (rapado y robusto) nos invitó a entrar a uno de los templos, nos ensenió los rezos, cantó al compas de su propia percusion, habló por celular, nos dijo que había llorado con la pelicula evita de madonna y que la esvástica (que tambien estaba en el corazon del gran buda de oro) era milenaria, y que hitler la habia copiado de ahí y la habia torcido
volví al hotel donde con mi insistencia conseguí una bicicleta y el pupi un piano de cola yamaha que conquistan nuestras horas libres, entre coreanos que aprenden a saludar haciendo una v corta entre sus dedos pulgar e indice sobre el menton (saludo viejita)