Korea - julio/agosto 2007 (parte IV)

DESALOJO

justo cuando habiamos dividido la pieza compartida con el pupi en dos triangulos, usando las cortinas y los percheros, la intimidad se nos fue al demonio frente a la llegada del gerente del spa (que hablaba en un supuesto american english de muy poca modulacion) con la noticia de que se habian sobrealquilado piezas y nos teniamos que marchar una noche
ante este atropello, exigimos otro hotel con camas (parece un lujo en este lugar donde todo se hace en el piso) al que nos fuimos a las 2 de la maniana
al dia siguiente volvimos de donde nos rajaron para poder descansar (nos dieron franco por el imprevisto) y aprovechamos para asustarnos y esconder nuestras cosas del supuesto tifon que en mis suenios se nos acercaba con furia destruyendolo todo al estilo godzilla y en realidad nunca vimos
los lesionados tuvimos tiempo de recuperarnos (parecia una seleccion de momias, todos vendados)
estos koreanos que caminan amontonados y fotografiandose entre si, son los exitosos fabricantes del m16 (un fusil que colaboro durante decadas para que los humanos se mataran entre si)...
la llegada de una pianista (amiga del empresario coreano) con su marido nos convoco a pupi (que lleva dormidas 350 horas en oriente) y a mi, a comer en el puerto donde acribillaban grandes peces que comimos crudos, conchas y mariscos a nuestro lado para el deleite inesperado de nuestros paladares
la accidentada semana tuvo su recompensa cuando un importante eslavon en la cadena de paraguas nos llevo, con apuro, de excursion en auto, teleferico y luego a gamba hasta la punta del monte seorak desde donde se veia el rio, la ciudad, el mar, las cascadas y el gran buda de 30 metros de alto al que nos dirigimos con mi molesta insistencia
la gigante figura, que transmitia paz y serenidad, estaba custodiada por cuatro cabezas de dragones a los costados, y por supuesto, por dos hermosas ranas con sus bocas abiertas en el frente