lunes, 21 de julio de 2008

Estonia / julio 2008 / parte I


LORD RANA

Llegamos a Estonia, un hermoso pais casi absolutamente ocupado por bosques y con muy poca gente
Los estonios, que andan bastante lentamente, son tan callados que pocas veces responden el saludo
Tallin es una hermosa ciudad-puerto de estilo medieval con torres y un poderoso muro defensivo que comunica desde siempre a Rusia con Europa
El primer show fue en un grandisimo caseron rosa con kilometrico jardin construido por el zar ruso Pedro el Grande para su amada Catalina, donde Pupi se veia mas negro que nunca sentado al piano de cola blanco e impecable entre una efusiva concurrencia bastante incolora
El show fue muy lindo, a pesar de que la luz del dia abrazaba cada hueco de la sala (el sol nos acompania 19 larguisimas horas diarias)
Cada dia recorremos el pais (supongo que el único donde no hay ni un solo chino) comodamente subidos a un BMW super grande desde el que vemos las cigüenias descansar al costado de la ruta en su largo peregrinar al Africa
Viajamos hasta Viljandi, al sur, donde el salmon, la birra estonesa, los pepinos al vinagre y el calor nos animaron hasta el hermoso lago en el que el agua congelada le quitó toda sensibilidad posible a mis piernas, mientras, como una burla, chapoteaban felices a mi alrededor los pequenios estoniecitõs
Tocamos en el viejo establo (recontrarreciclado) de una gran fortaleza en un inmenso teatro al que llegaban rubiesisimos estönios de todos lados
Kaja y Martin (estönia y aleman) bailan sobre el escenario un tango y un vals sumando a nuestros shows que son muy festejados por un publico que muy lentamente transforman su frio y silencio (no cualquiera sobrevive un invierno en estos lados) y terminan sorprendiendonos con largos y calurosos aplausos de pie
El deporte favorito que practican al aire libre, estos muchachos, es el arco y flecha (debe ser muy dificil juntar 10 para un fulbito)
El tercer show fue en Palmse, en un castillo con lago, patos, castores y un fantasma del que nadie queria hablar, la sala estaba llena y al terminar, un inmenso cactus (reina de la noche) abrió su gran flor amarilla que solo se asoma 6 horas una vez al aniö
Hoy subimos la vuaturé al barco que nos llevó hasta la Isla de Saaremaa, donde tocamos en un hotel-spa de piletas templadas que renuevan nuestras energias

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